Nuestro humus de lombriz está recomendado para dar solución a las distintas necesidades de cada cultivo, y dependiendo de ello encontramos 2 aplicaciones diferentes: abonado en trasplante y abonado de fondo

Como abonado de trasplante se utiliza de 100 a 200 gramos por hoyo de plantación. Esto ayuda al enraizamiento de las nuevas plantas, mejorando la retención de nutrientes y asegurando una buena sanidad en el inicio de la campaña.

Como nuestro cliente, el agricultor Francisco Acacio nos cuenta en este video, la aplicación del Humus de lombriz es muy sencilla: en el propio hoyo de plantación se aportan los 200 gramos de Humus depositando después la planta. Con ello conseguimos que las raíces estén en contacto con los microorganismos beneficiosos de nuestro producto.

Cuando se utiliza como abonado de fondo, el efecto del Humus de lombriz va mucho más allá. A parte de las propiedades microbiológicas que aporta, el efecto reestructurador del suelo es más que evidente. Para ello se utiliza a razón de ½ a 1 kg por m2, siempre incorporándolo en el terreno para conseguir tener todas las propiedades antes de realizar la plantación. Como dato extra, podemos decir, que cuanta más materia orgánica haya en el suelo, mejores propiedades físicas y químicas va a tener, lo que repercute directamente en un aumento de producción.

El Humus de lombriz también está indicado para su utilización en contenedores, sin embargo, en este caso el porcentaje es mucho mayor que en los casos anteriores: se trata de un 15 a 20%. Para una buena acción es necesario que esté bien integrado con el resto de sustratos utilizados, como pueden ser fibra de coco o turbas. Es un complemento perfecto que aporta sanidad, nutrición y una buenas características físico-químicas para tus plantas.

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