Introducción: Descubriendo a los microorganismos beneficiosos en la agricultura

¿Sabías que bajo tus pies, en el suelo de los campos agrícolas, existe un ejército invisible de microorganismos beneficiosos que desempeñan un papel vital en la agricultura

En este artículo, exploraremos en detalle quiénes son estos microorganismos beneficiosos y cómo están revolucionando la forma en que cultivamos nuestros alimentos.
La agricultura es una piedra angular en la vida humana. El cultivo de plantas y la cría de animales han sido siempre actividades esenciales para garantizar la supervivencia y el bienestar de nuestra especie. Sin embargo, la agricultura moderna enfrenta a numerosos desafíos, desde la degradación del suelo hasta la presión por aumentar la producción de alimentos para una población mundial en constante crecimiento. En este contexto, los microorganismos beneficiosos se han convertido en aliados cruciales en la agricultura, desempeñando un papel fundamental en la mejora de la calidad del suelo, el control de plagas y enfermedades, y la promoción del crecimiento de las plantas.

¿Cuáles son los microorganismos beneficiosos?

Los microorganismos beneficiosos son organismos microscópicos que viven en el suelo y en asociación con las plantas, desempeñando un papel esencial en el ecosistema agrícola. Estos microorganismos se encuentran en diversas formas, incluyendo bacterias, hongos, virus y protozoos. Aunque son pequeños en tamaño, el impacto de estos microorganismos beneficiosos en la agricultura es significativo.

Bacterias Beneficiosas:

Rhizobium

Rhizobium es un género de bacterias que desempeña un papel crucial en la fijación de nitrógeno en el suelo y en la promoción del crecimiento. Lo que hace que Rhizobium sea especialmente valioso para estas plantas es su capacidad para establecer relaciones simbióticas específicas con ellas.

Las bacterias Rhizobium tienen la capacidad de infectar las raíces de las plantas y formar nódulos en ellas. Estos nódulos son estructuras especializadas que actúan como microambientes dentro de las raíces de la planta. Dentro de estos nódulos, las bacterias Rhizobium realizan un proceso llamado fijación de nitrógeno. Este proceso implica la conversión del nitrógeno atmosférico (N2) en una forma que las plantas pueden utilizar, como amonio (NH4+) y nitrato (NO3-), compuestos esenciales para el crecimiento de las plantas.

Bacillus

Estas bacterias producen una amplia gama de metabolitos secundarios, incluidos antibióticos, que pueden ayudar a controlar patógenos de las plantas. Además, algunas especies de Bacillus son utilizadas en la producción de agentes biopesticidas.

Bacillus es un género de bacterias que se caracteriza por su versatilidad y su capacidad para producir una amplia gama de metabolitos secundarios. 

Tienen gran capacidad para producir antibióticos y otras sustancias bioactivas que desempeñan un papel crucial en la protección de las plantas contra patógenos y en la promoción del crecimiento de las mismas. 

Bacillus spp

El  Bacillus spp. se ha utilizado en la agricultura como agente de control biológico para combatir enfermedades causadas por patógenos, como bacterias y hongos. Estas bacterias beneficiosas compiten con los patógenos por nutrientes y espacio, producir antibióticos que inhiben el crecimiento de los patógenos y estimular las respuestas de defensa de las plantas.

El uso de Bacillus como biofungicida y biobactericida es una estrategia sostenible y respetuosa con el medio ambiente para proteger los cultivos.

Bacillus thuringiensis

Algunas especies de Bacillus, como Bacillus thuringiensis (Bt), son ampliamente utilizadas en la producción de agentes biopesticidas. Estos productos contienen cepas específicas de Bt que producen proteínas insecticidas llamadas delta-endotoxinas. Estas proteínas son tóxicas para ciertos insectos plaga, pero son seguras para los seres humanos, los animales y otros organismos no objetivo. Los productos Bt se utilizan comúnmente para el control de plagas en la agricultura orgánica y convencional.

Además de su papel en la protección de las plantas contra patógenos, algunas especies de Bacillus también pueden promover el crecimiento vegetal.

Estas bacterias beneficiosas colonizan las raíces de las plantas y ayudan en la absorción de nutrientes, la fijación de nitrógeno y la producción de hormonas de crecimiento vegetal, lo que resulta en un mejor desarrollo de las plantas y un aumento en la productividad de los cultivos.

Pseudomonas: 

Las Pseudomonas son conocidas por su habilidad para colonizar las raíces de las plantas, lo que les permite establecer relaciones beneficiosas con las plantas hospederas.

Al formar una asociación simbiótica con las raíces, estas bacterias compiten activamente con patógenos del suelo por recursos y espacio, lo que disminuye la probabilidad de infecciones. Este proceso se conoce como competencia microbiana y es un mecanismo natural de defensa de las plantas contra patógenos.

También producen una variedad de compuestos antibióticos que pueden inhibir el crecimiento y la propagación de patógenos de plantas, y de producir sideróforos que ayudan a las plantas a obtener hierro de manera más eficiente, lo que contribuye a su crecimiento y desarrollo saludables.

Hongos Beneficiosos:

Mycorrhizae

Uno de los beneficios más notables de las micorrizas es que aumentan significativamente la superficie de absorción de las raíces de las plantas. Los hongos micorrícicos forman estructuras filamentosas llamadas hifas que penetran en el suelo y exploran una mayor área que las raíces de las plantas solas. Esta red de hifas actúa como una extensión de las raíces y permite una mayor captación de agua y nutrientes, especialmente fósforo y minerales que a menudo son escasos en el suelo.

Los hongos micorrícicos también tienen la capacidad de movilizar y solubilizar el fósforo presente en el suelo, convirtiéndolo en una forma más accesible para las raíces de las plantas. Además del fósforo, las micorrizas también pueden facilitar la absorción de otros nutrientes esenciales, como nitrógeno, potasio, calcio y magnesio. Esta mejora en la toma de nutrientes es especialmente beneficiosa en suelos pobres o degradados.

Además de facilitar la toma de nutrientes, las micorrizas pueden ayudar a proteger las plantas contra patógenos del suelo. Al ocupar espacio en las raíces y competir con otros microorganismos, los hongos micorrícicos pueden reducir la colonización de raíces por patógenos dañinos. 

Trichoderma

Estos hongos son eficaces contra varios patógenos del suelo, como Fusarium y Rhizoctonia. Además de controlar enfermedades, las Trichodermas también puede estimular el sistema inmunológico de las plantas, lo que las hace más resistentes a las infecciones y al estrés ambiental.

Cuando las plantas son colonizadas por las Trichodermas, pueden desencadenar respuestas de defensa, como la activación de genes relacionados con la resistencia a enfermedades y la producción de fitoalexinas (compuestos antimicrobianos). Esta mejora en la respuesta de defensa hace que las plantas sean más resistentes a infecciones y al estrés biótico (causado por organismos vivos) y abiótico (causado por condiciones ambientales adversas).

Además de su capacidad para controlar patógenos, algunas cepas de Trichoderma también pueden mejorar la absorción de nutrientes por parte de las plantas. Estos hongos pueden liberar sustancias que solubilizan nutrientes en el suelo, como el fósforo, haciéndolos más disponibles para las raíces de las plantas.

Beneficios de los Microorganismos Beneficiosos en la agricultura

Mejora de la Fertilidad del Suelo

Los microorganismos beneficiosos desempeñan un papel clave en la mejora de la fertilidad del suelo agrícola. Por ejemplo, las bacterias fijadoras de nitrógeno como el Rhizobium pueden tomar el nitrógeno atmosférico y convertirlo en una forma que las plantas pueden usar. Además, los hongos micorrícicos aumentan la absorción de nutrientes, especialmente fósforo, lo que promueve un crecimiento más saludable de las plantas. En conjunto, estos microorganismos contribuyen a la fertilización natural del suelo, reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos y los riesgos asociados con la lixiviación de nutrientes.

Control de Plagas y Enfermedades

Los microorganismos benéficos también desempeñan un papel fundamental en la protección de las plantas contra las plagas y enfermedades. Las bacterias como Bacillus producen antibióticos naturales que pueden inhibir el crecimiento de patógenos dañinos. 

Los hongos Trichoderma compiten con patógenos en el suelo y liberan compuestos antifúngicos, lo que puede reducir la incidencia de enfermedades en las plantas. Estos mecanismos naturales de control de plagas y enfermedades pueden reducir la necesidad de pesticidas químicos y, por lo tanto, promover prácticas agrícolas más sostenibles.

Incremento de la Tolerancia al Estrés

Estos microorganismos pueden ayudar a las plantas a enfrentar mejor el estrés biótico y abiótico. Algunas bacterias beneficiosas, como Pseudomonas, pueden proteger las raíces de las plantas contra patógenos dañinos y ayudar a las plantas a resistir condiciones adversas del suelo. Esto es especialmente importante en un mundo donde el cambio climático está provocando condiciones climáticas extremas y la presión sobre los recursos hídricos está aumentando.

Descomposición de Materia Orgánica

La descomposición de materia orgánica es un proceso esencial en la formación del suelo fértil. Los microorganismos beneficiosos en agricultura , en particular las bacterias y los hongos, juegan un papel crucial en esta descomposición , convirtiendo los residuos vegetales y animales en nutrientes disponibles para las plantas. Este proceso contribuye a la formación de un suelo rico en materia orgánica, lo que mejora la retención de agua y la estructura del suelo.

Estímulo del Crecimiento de las Raíces

La simbiosis entre los hongos micorrícicos y las raíces permite una mayor absorción de nutrientes y agua, lo que resulta en un sistema radicular más extenso y saludable. Esto no solo beneficia a la planta en sí, sino que también mejora la estabilidad del suelo al reducir la erosión.

Creación de un Ambiente Propicio para el Crecimiento de Plantas:

La actividad de los microorganismos beneficiosos mejora la estructura del suelo al crear agregados estables. Esto aumenta la capacidad del suelo para retener agua, reduciendo la escorrentía y la erosión del suelo.

La liberación de nutrientes, la mejora de la estructura del suelo y la promoción de la actividad microbiológica enriquecen el suelo y crean un ambiente propicio para el crecimiento de las plantas

Los suelos ricos en microorganismos beneficiosos son más fértiles y saludables, lo que se traduce en un mejor rendimiento de los cultivos y una mayor biodiversidad en el ecosistema circundante.

CONCLUSIONES

Los microorganismos beneficiosos en la agricultura representan una revolución silenciosa en la producción de alimentos. Su capacidad para enriquecer la fertilidad del suelo, controlar plagas y enfermedades, fortalecer la resistencia de las plantas al estrés y fomentar un crecimiento saludable de las raíces los convierte en aliados invaluables para los agricultores que buscan prácticas ecológicas y cosechas mejoradas.

Su aplicación en la agricultura sostenible ofrece soluciones efectivas y respetuosas con el medio ambiente para el manejo de enfermedades y la optimización de la productividad de los cultivos. Estos microorganismos ejemplifican cómo la diversidad biológica del suelo y las interacciones beneficiosas son pilares fundamentales de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad agrícola . Su comprensión y utilización adecuada se erigen como elementos clave para el futuro de la agricultura y la preservación de la calidad del suelo.